Ayer Entreculturas organizó en León un acto de apoyo a la Campaña Mundial por la Educación. El grupo – red del Colegio Sagrado Corazón formó parte del equipo que dinamizó el acto: ayudaron a los/as voluntarios/as de Entreculturas a movilizar a los más de 400 alumnos/as que participaron en el acto, entregaron un compromiso con el Derecho a la Educación que firmaron algunos/as políticos de la ciudad y elaboraron y leyeron un manifiesto, tanto en el acto público como en la rueda de prensa de presentación del acto.
MANIFIESTO CME:
Buenos Días
Mi nombre es Alba y soy la Representante de la Red de Jóvenes solidrios de CyL, un grupo de casi 200 jóvenes de nuestra región que, apoyados por Entreculturas, una de las organizaciones que forma parte de la CME, trabajamos por construir un mundo mejor.
A primera vista puede parecer un objetivo utópico, y que nuestra motivación es resultado de esa inconsciencia propia de nuestra edad; que aquello que nos mueve es solo producto de nuestra falta de experiencia de la vida. Puede que aquellos que piensan esto tengan algo de razón. Pero creemos que es ese idealismo y esa esperanza la que le falta a este mundo. Porque pensamos que no todo está perdido. Porque creemos firmemente que está en nuestra mano cambiar el mundo, todos juntos, poco a poco. Por esa razón apoyamos la CME
Afortunadamente estamos en una parte del mundo en la que la educación es algo que tenemos prácticamente asegurado. En nuestro país, cualquier joven de nuestra edad no tiene problema a la hora de acceder a la escuela. El simple hecho de ir cada día al colegio (algo tan natural como muchas veces incómodo para nosotros) es algo inalcanzable para millones de niños y adolescentes de todo el mundo.
No pedimos nada contrario a la ley, revolucionario o inconcebible. Tan solo pedimos que se cumpla un derecho humano. Porque recibir una educación no es un privilegio, es un derecho de todos.
Evidentemente, hay muchos problemas en el mundo. Algunos nos tocan más cerca. Otros, menos. Puede que un niño de un poblado de Liberia no nos preocupe mucho. Pero ese niño está rodeado de otros tantos en su misma situación. Y el problema se repite en muchos rincones de nuestro mundo.
No vamos a daros cifras. No vamos a aburridos con monótonas estadísticas. Solo son fríos datos de una situación humana, real,… Son gente, como tú y como yo, con nuestros mismos problemas, pero sin herramientas para encontrar soluciones. Esa herramienta que necesitan es la Educación. Desde aquí exigimos que sea un derecho al alcance de todos
¿Qué sería de España si nosotros, sus futuros dirigentes, la única formación que recibiéramos fuera la que nos brindasen las calles? Esa son las circunstancias de multitud de países, cuyos jóvenes no pueden acceder a una educación digna. Sin educación no hay futuro.
Por esto, es nuestra obligación luchar porque la CME logre su objetivo. Y para ello es imprescindible el apoyo de los políticos. Son ellos los que tienen la sartén por el mango en este momento.
Nos encontramos en una época que la que los jóvenes no nos sentimos identificados con los políticos que dicen representarnos. Queremos hacer un llamamiento a nuestros gobernantes locales. Ellos son nuestras instituciones más cercanas, y por ello, les instamos a que pongan en práctica ese mantra tan repetido de “estar al servicio del ciudadano”. Nosotros, como ciudadanos, queremos pedirles su apoyo incondicional en esta causa, no porque sea nuestra, sino porque el futuro del mundo es cosa de todos. No pretendemos un apoyo puntual, sino una presencia constante. Que nos demuestren a esos jóvenes desilusionados con la política que ésta es la herramienta para cambiar el mundo. Y que realmente funciona.
Luchemos todos por un mundo más justo.
Porque no nos da igual ¡Muévete en Red!
En 1970, la ONU aprobó una resolución en la que recomendaba que los países desarrollados destinasen el 0’7% de su Producto Nacional Bruto a cooperación Internacional. Hoy, 37 años después, sólo cinco de los 30 países considerados ricos cumplen este compromiso. En España, si sumamos la cooperación del gobierno central y la cooperación descentralizada (la que llevan a cabo comunidades autónomas y ayuntamientos), esa cifra se sitúa en el 0’35%.
